Piedras y helados de chocolate
En tiempos de apostatxs de la verdad, demagogxs y líderes incultxs, argumentaré la defensa sobre el hecho que voy a tratar acudiendo a La Biblia; el libro más leído, impreso y traducido del mundo, mal que le pese a muchos vociferadorxs.
Acudiré a las Santas Escrituras, concretamente al Santo Evangelio de San Juan 8, 7: “El que esté libre de pecado entre ustedes, que sea el primero en arrojar una piedra contra esta mujer”, para pedir el cese en el linchamiento, lapidación y ensañamiento contra el anunciante Snickers y la agencia Contrapunto BBDO por el anuncio con Aless Gibaja de su campaña publicitaria “El Chirringuito”.
Desde el inicio del estío, los cocineros de la actual indigesta papilla social han agitado sin tregua a sus bases para demonizar el trabajo de estos profesionales.
Nuevamente las Santas Escrituras nos regalan otra lección. En este caso, Mateo el Evangelista 7, 5 “¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano”.
Si los actuales dictadoxs morales camuflados con piel de oveja, todos resentidxs sociales, hipócritxs, adoradorxs de niñatxs y no tan niñatxs caciquxs rupturistas de nuestra nación, practicaran el sano y reconfortante ejercicio de autoconciencia, verían la viga en su ojo y guardarían su piedra o “postura en el mayor de los casos”, para mejores menesteres.
Pocas cosas hay peores que la moralina partidista en cualquiera de sus versiones, vengan del lado que venga. Es incomprensible comprobar como muchos de los que han vilipendiado la mencionada campaña, muestran una piel tan fina para ver un ataque sexista en el citado anuncio y en cambio tienen la piel durita e impermeable para no ver y denunciar el constante atropello que sufrimos los hombres en España. Sirva para esta afirmación lo esgrimido por Beatriz Gimeno, directora del Instituto de la Mujer, “animando a penetrar analmente a los hombres para alcanzar la igualdad “, tal y como recoge el periódico digital OK Diario.
Aun siendo confeso enemigo como soy del corporativismo por el corporativismo entre amiguetes asociativos, escribo estas palabras porque me parece injusto lo que está ocurrido con este caso.
Pocas, muy pocas palabras de empatía y apoyo he podido leer estas semanas escritas por algún destacado miembro de la cuchipandi del sector; y sí, por el contrario, algunas críticas oportunistas en pro de la demente tendencia lapidaria.
Como profesional publicitario no suelo hablar del producto creativo de otras agencias sino es para decir algo positivo. En este caso lo hago por un bien mayor. Los anuncios (ojo que son tres) de la campaña “El Chiringuito” no son gran cosa, pero honestamente no creo que el spot denostado quiera dañar o menospreciar a ningún colectivo. Es un spot sin gracia y poco más. Lo mismo que el anuncio interpretado por Carmen Lomana de la misma campaña, donde el guiño es con una persona altamente pudiente contra el que curiosamente nadie ha alzado su voz.
Hace años, muchos años, concretamente en el año 2002, la Tapsa de Zuazo hizo un anuncio para Amena en el que ponían de relieve el nuevo plan de tarifas mínimas que lanzaba al mercado la operadora de telefonía móvil en cuestión. El anuncio lo protagonizaban actores enanos y en esta ocasión si con gracia, se contaban una historia. Bien, este spot se tuvo que retirar previa denuncia del Comité Español de Representantes de Minusválidos (Cermi), quedando para el futuro como precedente para todo el sinsentido que venimos padeciendo los creativos publicitarios desde hace décadas para poder ejercer nuestra profesión; ya que cada vez es más difícil crear historias sin que se le enrojezca la piel a algún colectivo.
Como yo en mi agencia, seguramente la gente de Snickers y Contrapunto BBDO cuenten en sus equipos con homosexuales, lesbianas y transexuales, compañeros y compañeras, profesionales con los que compartirán risas, complicidades y hasta helados de chocolate… a los que jamás querían ofender.
Amigo lector, cuídate de enanos mentales y aprovecha el verano para pintar tu piedra. Yo he pintado la mía junto a mi hijo Pepe como actividad lúdica con la que aprovechar para explicarle la importancia de la empatía y la humildad.
Texto: José Arribas León, Director General Creativo de Parnaso
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